Para este año 2021, se hizo una modificación en el manual de procedimientos del Programa Bandera Azul Ecológica en la categoría eclesial, esto implicó unos ajustes en los parámetros y la incorporación de uno nuevo. ¿A qué se debieron estos cambios y qué relación tienen con la los Objetivos Laudato Si’?
Entrevistamos al Padre David Solano, Delegado Episcopal de Pastoral Social, quien también es el representante de la Conferencia Episcopal en el Equipo Técnico del Programa Bandera Azul Ecológica en la categoría eclesial.
-- El Programa Bandera Azul Ecológica en su categoría eclesial se constituye en el año 2015, apenas unos meses después de publicada la encíclica Laudato Si’; así que ya hay un camino recorrido. Este programa tiene unos parámetros obligatorios compuestos a su vez, cada uno de ellos, por sub parámetros que permiten hacer una medición de cumplimiento en la institución, en una parroquia o en la iglesia cristiana no católica que se inscribió al programa.
El año pasado, en medio de la Pandemia, el Dicasterio para la Promoción el Desarrollo Humano, Integral de la Santa Sede, lanzó la iniciativa de un Año Laudato Si’ y de 7 años para ir convirtiendo el estilo de vida de esta sociedad globalizada, en un estilo de vida más parecido a los postulados de Laudato Si’. Entonces surgen unos objetivos Laudato Si’ formulados desde la Santa Sede.
Desde mayo del año 2020, en medio de la pandemia, el equipo técnico eclesial empezó a plantearse la necesidad de ver cómo el Programa Bandera Azul Ecológica en su categoría eclesial podía asumir o tomar los objetivos Laudato Si’ puesto que el cumplimiento de esos objetivos supone que la Santa Sede va a premiar o a certificar parroquias, escuelas, colegios, diócesis Laudato Si’. Entonces empezamos a hacer un trabajo de analizar ¿cómo funciona el programa y qué tiene que ver con los objetivos?
En ese camino recorrido que ya lleva varios meses, tuvimos algún contacto con el Dicasterio y empezamos a darle forma al trabajo de buscar cómo nuestros parámetros cumplen los objetivos Laudato Si’; encontrando que, en primer lugar, de los objetivos Laudato Si’ que son siete, nosotros teníamos bien visualizados desde los parámetros, seis de ellos. Uno de ellos, que es el objetivo Laudato Si’ de: “escuchar el clamor de los pobres”, no estaba tan bien reflejado en el programa y por eso nos dimos a la tarea del equipo técnico de esta categoría, de buscar la forma de colmar ese vacío, creando un nuevo parámetro.
Más precisamente se llamaría: “inclusión social de los pobres en el espíritu Laudato Si’”, pero que con un nombre tan largo en el manual de la categoría, y para los comités que ejecutan la categoría en las parroquias, iglesias y comunidades no católicas, es más difícil de asumirlo, entonces decidimos llamar al parámetro: “Bien común” e incluir allí todas las acciones de solidaridad y de promoción humana que hacen las parroquias o comunidades religiosas, las escuelas, los colegios. Todo el trabajo que podamos hacer por difundir, promover los valores de la doctrina social de la iglesia católica: la justicia, la caridad, la verdad y la libertad. También todo proceso cognitivo, formativo en torno a principios de la doctrina social de la iglesia como el bien común, la solidaridad, la subsidiariedad, la dignidad de la persona, todo cuanto las comunidades de creyentes cristianos puedan hacer para promover estos principios y para enseñarlos a sus miembros, será entonces valorado en este parámetro de bien común.
De esta manera, estamos entonces aproximándonos aún más a una iniciativa de la Santa Sede, sabiendo que en el mundo existen solamente dos procesos que permiten medir algún cambio desde el concepto de ecología integral a nivel más local. ¿Por qué preciso esto? Porque existe una iniciativa en Francia, que se llama “Iglesia verde” y existe el Programa Bandera Azul Ecológica en la categoría eclesial en Costa Rica solamente.
Pero si queremos medir a nivel país, no se han podido desagregar todos los datos a un nivel mucho más local, más parroquial, existe un índice Laudato Si’ promovido por la Universidad Católica de Costa Rica, sólo que lo que mide es qué tan Laudato Si’ se puede ser como país. La medida es válida, sí, pero a nosotros nos interesa más los procesos micro, que se puedan emprender desde la casa, desde la parroquia porque ahí es donde se juega la constitución de una nueva forma de ser sociedad, una nueva forma de ser iglesia, una nueva forma de vivir en el mundo.
Entonces, siendo una de las dos iniciativas presentes en el mundo, pues le hicimos el servicio al Dicasterio de poner en consonancia nuestros parámetros con los objetivos Laudato Si’. -- Les recordamos que la inscripción para los comités que participan por primera vez, como los que desean continuar sus procesos para obtener el galardón en este 2021, la fecha límite es el 31 de marzo. En este enlace pueden consultar las fechas de las etapas.
Los animamos a inscribir sus parroquias y comunidades aquí.
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